La telaraña americana en América Latina
A todos los latinoamericanos les encanta la Cocacola, los autos Chevi, las hamburguesas de McDonald y las maravillas de la televisión y el cine americano. Estados Unidos está mas cerca del continente moreno que China. Entonces ¿Por qué ese país de cultura tan diferente está tomando la vanguardia en las inversiones en América Latina? ¿Por qué las relaciones con el gran país del norte son tan tirantes y conflictivas? La respuesta es sencilla: Porque Estados Unidos se resiste a abandonar su política de dominio sobre la voluntad extranjera, su vieja creencia de que América Latina es su patio trasero, donde él decide cuándo se corta el pasto y qué se siembra.
Hace dos semanas la procuraduría fiscal de Bolivia reveló el hallazgo de un arsenal enviado por Argentina con el supuesto propósito de proteger la embajada del país austral en La Paz. El armamento llegó durante la administración de Mauricio Macri, un conservador muy cercano a los Estados Unidos y en la víspera del golpe de estado que obligó a renunciar al entonces presidente de Bolivia, Evo Morales.
Según las investigaciones, en ese golpe estuvieron involucrados Brasil, Colombia y Chile, países gobernados por políticos derechistas también cercanos a los Estados Unidos.
Según las actuales autoridades bolivianas, esas armas, la mayoría para uso de antimotines, fueron enviadas para que el gobierno de facto que surgiera del golpe le pudiera hacer frente a las protestas populares que generaría la ruptura del orden constitucional.
El pasado mes de julio, el gobierno de Venezuela informó que frustró exitosamente un intento de golpe de estado en ese país en el que estuvieron involucrados agentes norteamericanos y mercenarios colombianos que operan en la frontera con Colombia con el tácito apoyo del gobierno de ese país. Según las autoridades, los mercenarios trabajan para una empresa en Miami que ofrece servicios militares. La misma a la que pertenecen el grupo de colombianos que fueron atrapados por la policía Haití como autores del asesinato del presidente Jovenel Moise.
En Cuba, estalló un rio de protestas el pasado 11 de julio, motivadas por la desesperación del pueblo cubano por la carencia de productos de primera necesidad, pero atizadas de manera coordinada por organizaciones anti cubanas de Florida sostenidas con fondos del gobierno de Estados Unidos. La administración de Donald Trump, agregó al embargo que sufre la isla por mas de 60 años, 243 nuevas restricciones encaminadas a ahogar la economía del país caribeño. La finalidad: provocar la caída del gobierno cubano.
Mientras Estados Unidos se ocupada de manipular la vida de los latinoamericanos instaurando gobiernos corruptos serviles a su política exterior que no han hecho mas que profundizar la pobreza en la región, China, se ocupa de invertir sin inmiscuirse en la vida política de estos países.
En los últimos diez años China se ha convertido en la principal fuente de financiamiento de proyectos de infraestructura en América Latina, superando al Banco Interamericano de Desarrollo y al Banco Mundial, dos instituciones manejadas por Estados Unidos.
China aumentó significativamente sus inversiones en energía lo mismo que la compra de materia prima en América Latina, especialmente en Brasil.
Actualmente construye la expansión del Canal de Panamá y negocia en Sudamérica la explotación de Litio, mineral que según las proyecciones científicas será el sustituto del petróleo en pocos años.
China, como potencia industrial busca sacar grandes beneficios de la región manteniéndose al margen de las convulsiones políticas, lo cual para América Latina es de por si ya una ventaja, porque la telaraña de Estados Unidos sobre la región no ha hecho mas que destruir sus economías, incrementar las desigualdades y hundir a sus países en el caos y la miseria.
