Por CLAUDIO ESCALÓN

SAN PEDRO SULA, Honduras (AP) — Decenas de migrantes que intentaban ingresar por la fuerza en Guatemala desde Honduras se enfrentaron la noche del sábado con piedras, palos y botellas contra cientos soldados y policías, que utilizaron gases lacrimógenos para dispersarlos. En el incidente resultaron heridos al menos 15 funcionarios guatemaltecos, anunció el gobierno.

El enfrentamiento se inició cuando el grupo de migrantes intentó romper un cordón de varios cientos de policías. Agentes con escudos plásticos y equipos antimotines se formaron junto con militares en territorio guatemalteco para impedir el ingreso de los extranjeros, que venían de la localidad hondureña de San Pedro Sula.

Tras un forcejeo, del lado de los migrantes se comenzaron a lanzar piedras, palos y botellas hacia los militares y policías, quienes utilizaron gases lacrimógenos para dispersarlos, según imágenes que difundieron medios locales.

El enfrentamiento dejó como saldo al menos siete policías y ocho militares heridos, informaron las autoridades guatemaltecas durante una conferencia de prensa. No se precisó si hubo migrantes lesionados.

Más temprano, unos 300 migrantes, entre hondureños y nicaragüenses, arribaron a la localidad hondureña de Corinto y luego pasaron hacia el departamento guatemalteco de Izabal, próximo a la frontera, donde fueron interceptados por centenares de agentes antimotines de la Policía Nacional Civil y el Ejército.

El Instituto Guatemalteco de Migración reportó que inició un diálogo con los migrantes para regresarlos a su país de origen. Las personas que deseen permanecer en Guatemala deberán presentar su documento personal de identificación, su carné de vacunación contra el COVID-19 y una prueba negativa del virus.

El director general del Instituto Guatemalteco de Migración, Carlos Emilio Morales, dijo a la prensa que se está “regresando gente, todo en orden, humanitariamente”, pero no ofreció detalles.

“Estamos protegiendo nuestras fronteras, estamos protegiendo la salud de todos los guatemaltecos”, sostuvo Morales, y agregó que “se está viendo un pequeño contingente que ya está siendo analizado y ya está siendo estudiado por medio de la Inteligencia del Ejército, de la policía, de Migración”.

El gobierno guatemalteco informó que 36 personas fueron deportadas a Honduras porque no cumplían con los requisitos y se dejó avanzar a un grupo de 10 que cumplían con las exigencias migratorias y sanitarias.

El grupo que llegó a Guatemala forma parte de una gran caravana de unas 600 personas que salió la mañana del sábado de la Gran Central Metropolitana de autobuses de San Pedro Sula con el objetivo de llegar a la frontera sur de Estados Unidos.

La caravana, la primera que se registra en el año, se dividió en varios grupos para tratar de evadir el control de las autoridades guatemaltecas y pasar por los diferentes pasos fronterizos y rutas ilegales.